JOSÉ   MIGUEL   PALACIO

 ARTISTA PLÁSTICO   CONTEMPORÁNEO   MULTIDISCIPLINAR

Trenes Alstom serie 100 en estación Puerta de Atocha.
Óleo sobre lienzo. Fragmento.
89 x 130 cm. Año 2012

José Miguel Palacio nace en Zaragoza en 1950 y estudia en la Escuela de Artes de su ciudad.

Su obra está presente en destacadas colecciones y museos tanto de España como del extranjero: Biblioteca Nacional, Ayuntamiento de Sevilla, Museo del Ferrocarril, Ayuntamiento de Baunatal en Alemania, Museo Nacional de Belgrado, Colección de Arte Reale, Colección Fundación Vodafone, Colección Realia, Colección Casino de Madrid, entre otras. 

Realizó su primera exposición individual en 1979, y a principios de los años 90 se traslada a vivir definitivamente a Madrid, donde desarrolla su carrera profesional principalmente en la pintura.

En distintos momentos ha cultivado también otras formas de expresión como el grabado, la fotografía, la escultura múltiple y monumental, como las instaladas en San Sebastián de los Reyes o Torrelodones. 

Desde 2003 su trabajo se vincula al hiperrealismo donde forma parte del grupo más destacado de pintores españoles dedicados a este género.

JOSÉ MIGUEL PALACIO

PROCESO CREATIVO

“Este artista es, como Constantin Guys, otro pintor de la vida moderna que vuelve memorable lo efímero,

que busca, en las fachadas y los fragmentos de la ciudad o en los rostros captados al pasar, guiños de complicidad,

esa mirada del otro que pone en marcha el deseo.”

Fernando Castro Florez

“Poco importa no saber orientarse en la ciudad –señalaba Walter Benjamín-. Pero perderse en ella, como quien se pierde en el bosque, requiere un aprendizaje”.

Carlos Delgado Mayordomo

José Miguel Palacio, a la postre, es lo más parecido que conozco a un “vedutista” moderno. La Gran Vía es su Gran Canal; los autobuses son sus góndolas; los escaparates, su galería de espejos; el Teatro del Canal, su Fenice; los rascacielos, su Salute; los Airbuses, su Bucentauro…

Juan Manuel Bonét

Artista devorador del escenario urbano, que gusta en hacer patente mas sin que por ello se aminore el misterio, es Palacio de la estirpe de los flâneurs, de los paseantes que entienden la metrópoli como el lugar fantástico en donde se desarrollan acontecimientos, –era una ciudad magnífica, dirá Georges Hugnet-,

Alfonso de la Torre